Estas dos últimas semanas hice una especialidad para conocer mi propia nariz. Acepto que fue en parte por vanidad pero el fin principal fue la integridad de mi pobre nariz.
Todo comenzó el último viernes de septiembre cuando por echarle la mano a un amigo lo acompañé a un bar simulando que yo era su "ligue" (todo con la bendición y burla de mi querido novio) pero resulta que al amigo se le pasaron las copas, se le olvidó la decencia y me empezó a besar. Al tratarme de quitar, éste arremetió con fuerza y me dió un cabezazo que en el momento no me dolió tanto pero al día siguiente no soportaba.
Pensé que no era más allá de una inflamación por el golpe pero ya para el miércoles mi nariz parecía la de cualquier boxeador profesional: se veía chueca, inflamada y ligeramente morada.
Fui con un otorrino que contacté a través de un directorio médico y acudí a la cita. Después de revisar cuidadosamente el golpe me dijo el diagnóstico que me dejó al borde de la lágrima: fisura del hueso que debía ser operada lo más pronto posible.
Cuando salí del consultorio ya llevaba en la mano los datos del hospital y la orden de los análisis que debía hacerme en ese momento para que me pudieran operar el viernes. Estaba en shock y le hable a mi novio hecha un mar de lágimas; me dijo que lo esperara un rato pues su tío es un reconocido cirujano plástico. Unos momentos después me dijo que le llamara al tío para que me revisara. Me mandó a hacer unas radiografías y me citó un par de horas después en un centro comercial donde estaría comiendo.
Después de revisar mis radiografías me dijo que efectivamente tenía una fisura pero que no era de gravedad, que podía vivir así sin que causara ningún problema ni funcional ni estético. Ya más tranquila me fui a seguir con mis actividades. En la noche me vi con una amiga que es médico y notó el desperfecto en mi nariz. Me mandó con un compañero de trabajo que es una eminencia en otorrinolaringología para que hiciera el desempate entre las dos opiniones contrarias en cuanto a tratamiento que me habían dado.
Apenas este lunes fui a ver al tercer y último doctor. Después de revisarme con un sofisticado equipo de endoscopía llegó a la misma conclusión que los otros pero coincidió en que esta fisura se arreglaría sola y no iba a traerme consecuencias.
No saben lo tranquila que me siento al saber que no voy a terminar en un quirófano por el golpe de un borracho sin control.
6 comentarios:
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Precisamente ando en esas gracias a un cabezazo de mi hijo apenas este fin de semana.
Tengo miedo al diagnostico y no he ido al Doc, pero la verdad es que parece matraca mi naricita.
¿Venganza del corte de cabello?
jajajaja seguramente es venganza! Pero en serio, ve a ver un médico. Besos Víctor
¡Ay, Di!
Ves lo que pasa por fingir noviazgos, jaja...
Malditos medicos que no se ponen de acuerdo y preocupan mas al paciente, espero no ser una de esas exageradas que andan pensando siempre en medidas drasticas.
¿Ya estas mejor?
Saludos.
Muchísimo mejor Adri! Pero si estoy enojada porque los dos médicos que me dijeron que no era necesaria la operación son de confianza y coinciden en que el otro me vio signo de pesos!
Ahhhh, pues a mi lo que me da coraje es el amigo cabeceador pasado de copas... Por que no pueden únicamente vomitar o bailar la macarena? Mmmm Que bueno que no haya pasado a mayores Di. Besos.
Gracias Capi, lo bueno es que ya está todo bien. Besos
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