Llevo record de no dejarme inyectar durante toda mi vida -una vez contra mi voluntad y sedado- porque en mi juicio ni madres! ¿recontrachingados para toda enfermedad quieren que me inyecte?
Será el sereno pero mis nachas estan reservadas y virgenes hasta que decida lo contrario, existe cada jeringa que da miedo y la neta casí no me enfermo. Entra al departamento de quejas porque ahora resulta que son milagrosas. bah. Saludos Tequileros
jajaja a mi también me choca que me inyecten, pero como mi débil estómago ya no aguanta mucho medicamento pues ya no tengo muchas opciones. P.D. Mientras puedas...no te dejes!
jajajaja... bueno, yo prefiero inyectarme para sanar más pronto... desafortunadamente las medicinas que me pueden aplicar no las hay inyectables entonces pues me quedo con las ganas... cuidese... Tschüss
Confieso que fui de las tuyas hasta mis veintimuchos. Y la primera vez que me inyectaron lloré como niña de cuatro años. Pero cuando comprobé los efectos inmediatos de la medicina inyectada, tuve que vencer mis miedos.
Te dejo un besote.
(Qué espantosas jeringas las de la ilustración, con esas ni aunque esté en las últimas :P )
7 comentarios:
Opino lo mismito, estudie medicinas y soy bueno para ponerlas, pero que me pongan una a mi??? Ni mayes!!!!
Una vez tenia una cortada profunda y me iban quesque a inyectar anestesia para suturarme.
Nel!! Ni maye, asi cosame!!
Y asi me cocieron, sin anestecia, 6 puntadas en el pie jejeje
Saludos Vic =)
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Diesel
Tanto cuidarlas para que el taco de ojo se lo den una enfermera amargada y de mal ver. Guac! saludos tequileros
jajaja a mi también me choca que me inyecten, pero como mi débil estómago ya no aguanta mucho medicamento pues ya no tengo muchas opciones.
P.D. Mientras puedas...no te dejes!
jajajaja... bueno, yo prefiero inyectarme para sanar más pronto... desafortunadamente las medicinas que me pueden aplicar no las hay inyectables entonces pues me quedo con las ganas... cuidese... Tschüss
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Me cuido como si fuera la niña de mis ojos Di. Besos.
aldergut
En gustos se rompen géneros, allá tú y tus pompis. Saludos
Confieso que fui de las tuyas hasta mis veintimuchos. Y la primera vez que me inyectaron lloré como niña de cuatro años. Pero cuando comprobé los efectos inmediatos de la medicina inyectada, tuve que vencer mis miedos.
Te dejo un besote.
(Qué espantosas jeringas las de la ilustración, con esas ni aunque esté en las últimas :P )
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Que valiente Caramelito.
Pero yo me aguanto como los machos.
Besos
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