Pocas veces me he enfrentado a la ley, pues me precio de ser ordenada y bastante respetuosa, pero hoy sí me brinqué la barda y fui atrapada en el intento.
Eran 9:30 de la noche y venía regresando después de un buen rato de espera y tráfico en esta ciudad, estaba por llegar a mi querido hogar cuando en un crucero que conozco como la palma de mi mano, el semáforo estaba en rojo para mí y como ví que nadie pasaba, ni se ponía en riesgo la integridad de nadie, me lo pasé.
De repente, de entre la tinieblas de la mal ilumidada calle surgió un policía que me dijo que me detuviera. Muy obediente me detuve, pero la verdad iba tan en automático que no registré que me había pasado el alto.
Me pidió mis papeles y hasta allí todo iba bien. Ya me empecé a poner gruñona cuando me pidió que me bajara del coche y yo le dije que no, que de ninguna manera tenía derecho a pedirme una cosa así. Llamó por radio para pedir mi multa y yo entre fastidiada por el cansancio y molesta estaba refunfuñando porque bendita la hora en que se me había ocurrido hacer semejante cosa, justo hoy que estaba tan desesperada por llegar a descansar.
Luego de un rato de hacerme esperar, se puso a hablar nuevamente con otra persona por radio acerca de la posibilidad de cancelar mi multa. Fue allí cuando supe que me iba a pedir mordida, la cual me negaba rotundamente a darle por tres razones:
1. Sabía perfectamente que había cometido una falta.
2. Va contra mis principios.
3. No traía dinero
Cuando me pidió que "nos arregláramos" le dije que no, que yo sabía de mi falta y que me diera mi multa. Incluso le pregunté si él contaba con la terminal electrónica para hacer de una vez el pago de mi multa y se sorprendió de mi petición. Se habló en secreto con su compañero y después de decirme que yo le había caído bien, me dejó en libertad y sin multa, para internarse de nuevo en la penumbra de la calle.
En verdad cada vez entiendo menos como funciona la ley en este país.
7 comentarios:
Así es Di, por eventos como el que relatas he perdido toda confianza en la policía. A mí me pasa aproximadamente una vez al mes. Siempre quieren sacar dinero, entre las más increíbles están la vez en la que casi choco con una patrulla que venía en sentido contrario y me inventó el patrullero que YO estaba realizando "ataques a las vías de comunicación" o la vez que me orillé en Nezahualcóyotl a preguntar a un policía por una dirección y DOS metros adelante SU COMPAÑERO me detuvo por "Haberme estacionado en doble fila".
Yo siempre me hago el tonto, el que no entiende sus insinuaciones de soborno. Luego de que se cansan me dejan ir, en busca seguramente de alguien que ceda.
Sólo en Naucalpan, se bajó el patrullero, me dijo que no traía luces traseras, me pidió mis documentos, me dijo: -Aquí está su multa- y se fue. Con lágrimas en los ojos le dí las gracias.
Qué triste es sorprenderse al encontrar un policía que sí hace su trabajo. Saludos Nostromo
Di, no eres tu la persona del DF que esta escribiendo comentarios anónimos en mi blog,en el ultimo post, verdad??
=S
No Di, ya vi que no eres tu, parece que es Tanux.
no, la verdad he anddo tan ocupada que ni tiempo de visitar blogs he tenido. Saludos Caballero
Ah que bueno que no eres tu Di! que gusto tan enorme! Saludos!! y sigue chambeando jajajajjaa Bye ;)
jeje luego averiguo por qué! Saludos Caballero
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