domingo, junio 15, 2008

Supermercado

Ayer me hicieron enojar en el supermercado como pocas veces en la vida. Todo, por una estupidez.
Tenía 2 cosas que hacer allí; comprar un par de cosas y pagar mi tarjeta de crédito. Parecía ser una ida más al super pero resultó ser una gran odisea porque al llegar a la caja me di cuenta que sólo traía efectivo suficiente para pagar mis compras pero no mi tarjeta.
Por un momento pensé en dejar los productos en algún rinconcito para poder salir a sacer dinero del cajero, pero había ya dado un recorrido por otras tiendas y sólo allí había encontrado justo lo que buscaba y además era el último ejemplar en su especie, así que decidí pagar mis cosas y luego regresar a arreglar el asunto de la tarjeta.
Salí, saqué dinero, busqué el mostrador de servicio al cliente para dejar lo que había comprado encargado en paquetería y...¡oh sorpresa! me encuentro con la noticia de que uno no puede dejar encargados en paquetería los productos que acaba de adquirir en la tienda. Le intenté explicar a la señorita que me atendió la necesidad de regresar a la tienda pero su necedad era más fuerte que cualquiera de mis argumentos. Muy enojada salí de allí y fui a otros dos lugares a tratar de pagar mi tarjeta pero fue imposible. La única solución fue ir a dejar mis compras y luego regresar armada de toda la paciencia que soy capaz, a la misma tienda a pagar mis deudas.

4 comentarios:

Miguel dijo...

yo si les mentaba su madre mija, y vaya que soy paciente....

Di. dijo...

Jajaja pues simplemente les dije que tenían un pésimo servicio al cliente. Saludos Miguel!

Capi dijo...

Si, están de la fregada, ya ando más o menos de vuelta bloggeando, entonces encontrarás pronto la reseña de mi queja contra las aseguradoras de autos.

Besos y que poca madre de los de la tienda.

Di. dijo...

Me da gusto que estés de vuelta Capi! Besos