Desde el viernes pasado tenía reservación para ir a ver "La profecía" el día del estreno. En realidad no estaba muy segura de estar haciendo lo correcto porque como ya lo dije en alguna ocasión (no recuerdo si aquí o en algún blog amigo) las películas de terror me alteran mucho los nervios y puedo durar nerviosa y asustadiza por un buen rato.
Me prometí a mi misma tomar las cosas con calma durante la proyección y no clavarme tanto en la trama para poder estar tranquila al salir del cine. Lo logré en parte, pues sólo 2 veces me hizo brincar de la butaca. Al llegar a la casa ya era muy tarde, la calle estaba vacía y dentro de mi casa todo estaba en silencio...fue hasta ese momento donde comencé a ponerme nerviosa.
Al entrar al baño a ponerme la pijama recuerdo haber cerrado bien la puerta para no despertar a mis papás. Me cambié y cuando estaba lavándome los dientes la puerta hizo un ruido muy fuerte y se abrió acompañada de un rechinido. Me asusté tanto que me quedé inmóvil por unos segundos. Una vez que se me pasó el susto me asomé y vi que no había nadie. Terminé de arreglarme para dormir a toda velocidad y me fui a mi recámara. Afortunadamente eso no me quitó el sueño, tanto así que hoy me desperté a la hora que ya debía estar entrando a trabajar.
5 comentarios:
***
Jajajajaja
Que divertido, Felicidades cumples tú penitencia.
Besitos calmadores.
Si, ya está mi penitencia cumplida! Saludos Víctor
BU!
Jajajaja, yo por eso nunca veo esas pelis, por que a mi si me quitan el sueño... pero bueno, que bueno que no tuviste broncas para dormir, y ojalá no se te haya hecho muy tarde para el trabajo. Besos.
buaaaaaaaaaaa! Un beso Manuel.
Pues llegué una hora tarde pero no pasó a mayores. Besos Capi.
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