Impresión

Había estado plácidamente en esta semana pasada, tanto así que no hubo motivo de queja y este espacio había estado descansando, pero el domingo surgió la historia que será relatada a continuación.
Estaba el domingo en la tarde echada en el sillón cuando recordé que debía imprimir unos archivos, pero era tal la cantidad de hojas que mi pobre impresora no se daría abasto por lo que decidí acudir una de estas grandes cadenas de papelerías para que allí lo hicieran.
Llego al office max más cercano a mi rancho y después de esperar un rato a que me atendieran me salen con el chiste de que no tienen acrobat reader 7. ¡Por dios, pero si es software libre que cualquier persona en uso (total o parcial) de sus facultades mentales puede bajar de internet! Bueno, salí molesta por su inutilidad pero decidí ir a la tienda de la competencia.
Ya en el HiperLumen me costó mucho trabajo estacionarme pues como era el último momento antes de que cerraran la tienda y los niños entraban a la escuela al día siguiente, muchos padres flojos y/u olvidadizos estaban haciendo sus compras de útiles escolares.
En el trayecto del estacionamiento a la zona de impresión se me bajó el coraje que me habían hecho pasar en la tienda anterior. LLego a la zona de impresoras y de nuevo una gran fila para que me atendieran. Al llegar al mostrador lo primero que hago es preguntar si tienen acrobat 7 y al recibir un a respuesta afirmativa le entrego al empleado el disco con el archivo el cual me pregunta: "¿es color o blanco y negro?" Le respondí muy extrañada que blanco y negro. Me regresa el disco y me dice que lo siente mucho pero que su impresora blanco y negro no sirve. Creo que me quedé pasmada unos segundos antes de que lograra entender la situación...en una enooooooorme tienda de papelería y fotocopias y renta de computadoras y centro de impresión ¿no tienen más que una sola impresora blanco y negro? ¿y además no sirve?
Salí como fiera del lugar y me pusé peor cuando me cobraron 15 pesos el estacionamiento por 5 minutos que estuve allí. Mi opción era ir a la tercera y última cadena papelera que domina esta ciudad. Afortunadamente en Office depot si me imprimieron el archivo, aunque se tardaron bastante. Todo iba perfecto hasta que me doy cuenta que me habían cambiado el nombre en la factura. Yo entiendo que los empleados estaban cansados, pero bien dice el dicho que "el flojo y el mezquino andan dos veces el camino" porque tuve que ir ahora a servicio a clientes a que me la cambiaran.
En resúmen, la simple impresión de un archivo que pudo haberme llevado cuando mucho media hora se convirtió en una travesía de cerca de 3 horas.