viernes, septiembre 29, 2006

Dramas cotidianos

Me da coraje. Josefina, la chica que nos ayuda con el aseo en la casa es una persona muy trabajadora, tiene 22 años y junto con su esposo mantiene a un pequeño de 2 años que es su adoración.
Además de hacer el aseo en la casa de mis papás, tambien ayuda a mi hermana y se apoya vendiendo cosas por catálogo. Es muy movida y casi siempre anda con mucho ánimo para hacer las cosas.
Desde hace un par de semanas no ha podido ir a la casa porque la abuela de su esposo está en el hospital y solamente se turnan ella y él para cuidarla.
El punto de mi enojo es que hace un instante habló para avisar que a partir del martes va a reiniciar sus labores, pero se soltó llorando porque dice que las hijas y nietas de la señora sólo iban a verla en horas de visita y ninguna de ellas fue para quedarse a cuidarla, pero además de que no le daban para sus gastos de comida y transporte, todavía llegaban a regañarla.
Ash! Estoy enojada por el maltrato hacia Jose...no puedo decir más!

2 comentarios:

Capi dijo...

Pues como dicen, que uno da la mano y le agarran la pata, pinche gente ojete. Besos Di.

Di. dijo...

Si, y mira que abundan Capi!

Pues no puedo involucrarme nada, por eso vine a quejarme aquí Víctor