Que conste.

Ayer por la noche fui a un centro comercial a hacer algunas de mis compras navideñas, como es típico de esta temporada estaba hasta la madre de trafico, pensé en dejar entonces el carro lejos de la plaza pues no tenia para cuando acabarse la fila de autos, me estaba estacionando cuando llego el famoso franelero para ofrecer sus servicios, le dije que lo cuidara bien y que le iba a ir bien con la propina, pues sé que de lo contrarío lo que me arriesgaba al dejarlo en esa cuadra.

Pues bien, a la hora que regrese tuve esta charla con este famoso franelero.

Franelero: ¿Listo Jefe?

Mi mente: (¿Jefe? ¿Donde conocí a tu mamá o cuando trabajaste conmigo?)

Víctor: Listo, ¿todo bien?

Franelero: Ni a un perro para que orinara deje arrimarse.

Mi mente: (que puto gracioso me saliste)

Víctor: ¡Eso! Ahí te va, te dije que te iba a ir bien. Abordé mi carro, lo prendí y le extendí un billete nuevecito de cincuenta pesotes, al fin y al cabo es época navideña.
Apenas iba a arrancar cuando me regresa el personaje en cuestión.

Franelero: No se pase de lanza Jefe, nomás ven a uno jodido y se quieren pasar de vivos.

Mi mente: (¿!De que recontrachingados hablas cabrón!?)

Víctor: ¿A que te refieres?

Franelero: Este billete de que me sirve ¿es broma o que?

Mi Mente: (A pero si serás pendejo es un billete de los nuevos)

Víctor: Discúlpame debió ser una broma de mi vieja, pero ahí va uno de a de veras. Le di un billete de 20 pesos y me regresó mi billete de 50 pesos.

Mi mente: (¡Pendejo!)

Que conste. Saludos Tequileros