Me gusta la ciudad en semana santa porque está vacía, la gente está menos neurótica y se puede disfrutar de manejar.
De nuevo no salí de vacaciones, un tanto por falta de dinero, otra por falta de ganas y otra porque tengo algunos pendientes.
De nuevo pinta para ser un fin de semana largo de pocas salidas, de películas en casa y reuniones familiares, tal vez un poco de cine y una ida pendiente al teatro.
Después de todo no suena tan mal.
P.D. Lo único que odio de semana santa es que no puedo ver nada en la tele porque ponen de esas películas de la época que aborrezco por aburridas. Ni modo, algo malo debía tener.
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