Este año se me fue como agua. Los días se deslizaron velozmente por la ventana de mi habitación, por entre las viejas cortinas que ya debería cambiar.
Si hago un balance creo que ganan las cosas buenas, pero he de confesar que en estos últimos días tengo un sabor amargo. Tal vez sea porque el año empezó con muchas promesas que se cumplieron rápidamente y después navegué sin rumbo. No lo sé hoy y tal vez no lo sepa nunca.
Sólo espero encontrarme en este año que iniciará.
3 comentarios:
Lo bueno del año nuevo es que siempre es un darle vuelta a la página. Vamos, como si tuvieramos otra oportunidad, aunque desde cierto punto de vista cada día lo es. Por eso, lo mejor cuando alcanzamos una cima es disfrutar la vista cinco minutos y emprender la bajada.
yo soy más de la teoría de que los grandes cambios en la vida se gestan por convicción, no por un cambio de fecha. Asi, cada día es un nuevo incio.
Saludos Nostromo
como si al los bancos, acreedores, clientes y demas bichos les importara dar vuelta a la pagina!!!
es la continuacion del tiempo (con el nombre que sea) despues de unas ricas vacaciones.
como si nada pasara (solo cansancio y desvelos de esas ricas vacaciones) ademas del trabajo atrasado.
la otra mitad de la gente NO celebra el 31dic/1ene.
pero pues en fin... japi niu ller.
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