De crisis y batallas.

Después de todo la vida no es tan mala conmigo, pero aún así ando en crísis. He hecho incontables ocasiones el ejercicio de alejarme un poco, ver la situación desde otra perspectiva y ya sé en dónde estoy parada, qué debo hacer y cómo hacerlo. Ya no puedo decir que ando "clueless"
El problema principal en este momento es que me siento tan atemorizada a saltar como aquel que envalentonado se sube al trampolín de 10 metros y estando arriba ve que desde allí parece más alto que desde abajo, pero tal como en esa situación, lo único que necesito es un empujón para que ya en el aire me dé cuenta que lo peor era el momento de dejar la seguridad del suelo conocido. Luego la adrenalina hará lo suyo para no dejarme sin fuerzas a mitad de la carrera.
No puedo dejarme vencer, no en esta ocasión que lo que está en juego soy yo, mis planes, anhelos e ideas, sobre todo cuando sé que conozco perfectamente al contrincante pues vivimos bajo la misma piel.